The House of the Fountain

Levantar muros ásperos de mortero y cemento y transformarlos en los colores de la vida. Eso fue lo que hicimos para esta familia. Cada rincón fue pensado para abrazar, para celebrar la vida en su forma más sencilla y expresiva.

Donde antes había dureza de una construcción, ahora hay un hogar.

To raise rough walls of mortar and cement and transform them into the colors of life—that is what we did for this family. Every corner was designed to embrace, to celebrate life in its simplest and most expressive form.

Where once there was the hardness of construction, now there is a home.